Ana María Valencia.
Redactora. 00:02 Domingo 21/07/2013
Dicen que la creatividad de los niños es superior a la de los adultos.
Pero observar y sentir cómo Martín Legarda, de 10 años, habla de
electrónica supera las expectativas. Al ingresar en un aula tipo
laboratorio, Martín se arrodilla en el piso y juega con Arturito.
El niño mueve los brazos del robot y hace que gire su cabeza. A simple
vista parece que Arturito mira fijamente la camiseta amarilla de Martín,
quien poco a poco quita su atención del robot para lanzarse al piso y
jugar con NXT, su propia creación.
Sobre el piso de porcelanato, Martín ordena con un golpecito a NXT para
que haga un ‘swin’. ¿Sabe jugar golf? Mmm... ¡Sí!, responde. Como si
fuera un ingeniero mecatrónico, Martín explica cómo construyó el robot
junto a sus compañeros: ¡No solo juega golf! A través de un comando de
voz puede seguir una línea gruesa en el piso a través de una
programación en computadora.
Su amigo Juan Pablo Páez, de 10 años, lo interrumpe: ¡Espera Martín!
Quédate quieto y abre un espacio para que NXT pueda caminar. Los niños
junto a Martín y Juan Pablo hacen silencio y forman un círculo en el
suelo. “Hola”, dice Juan Pablo con una voz firme. Enseguida NXT camina
por el porcelanato durante cinco segundos. ¿Ves que sí puede caminar?,
dice Juan Pablo a Martín Mena, otro niño que según cuentan los pequeños
ayudó a la ‘profe’ a programar el robot en la computadora.
Ellos junto a otros 27
niños y adolescentes entre 6 a 16 años participan en el quinto taller
Mechatronic Kids, organizado por la Universidad Internacional del
Ecuador. El encuentro, que incluye clases de golf y equitación, es
una oportunidad para que los pequeños creen robots con materiales
reciclados. El taller está dividido en tres grupos.
Detalles del taller
El encuentro infantil comenzó el 15 de julio y concluirá el 27 de este
mes. Los asistentes presentarán un trabajo final en una ceremonia de
clausura.
El precio del curso vacacional es de USD 280 para los interesados.
Inicia a las 09:00 hasta las 15:00.
Aunque no asista al curso puede adquirir los robot en la institución
educativa.
El primero reúne a niños de 6 hasta de 10 años en un aula de 140 m². En
este grupo se usan robots MindStorms y la plataforma Lego. Al iniciar el
curso, los niños recibieron unos pequeños legos de colores para crear
figuras tipo robots. Así fue como Martín Legarda y sus compañeros
crearon a NXT. ¿Y la programación? Estudiantes de ingeniería mecatrónica
de la institución sirven como guías. Juntos programan los comandos en
un ‘software’ para que el robot de legos pueda ser real. ¿El objetivo?
El ingeniero Ramiro Brito, decano de la Escuela de Ciencias Exactas y
Tecnologías Aplicadas, dice que a través de esta creación se cumple con
un proceso lúdico que les permite saber del mundo robótico.
En la mesa que está junto a Martín Legarda está Emilio Pinos, de cuarto
semestre de Ingeniería, y Juan Sebastián Cevallos, de 9 años. Al igual
que el pequeño que jugó con Arturito antes de que iniciara la clase,
Juan Sebastián construyó su robot y ahora está concentrado en aprender
cómo circula la corriente. ¿Entienden las palabras técnicas? Pinos
explica a los pequeños como le hubiese gustado que lo hicieran sus
padres cuando era pequeño: cuando una persona tiene suficiente comida en
su cuerpo puede moverse. De la misma manera pasa con un motor, cuando
tiene suficiente corriente es funcional. Así de fácil.
Juan Sebastián lo mira y enseguida sujeta un potenciador colocado en un
protoboard y dice: “El ‘proto’ tiene cables que hace que la conexión
pase de un lugar a otro. Esta pieza (refiriéndose al potenciador),
regula la corriente que traspasa por el ‘proto’ hasta mover el motor”.
¿Todo lo que dijo Juan Sebastián es correcto? Sí, lo dijo muy bien,
responde Pinos, quien luego conversa con Juan Sebastián sobre su
proyecto final.
Una mariposa, una hormiga, una grúa… Hay varias propuestas. Mientras los
niños simulan primero en los legos, los más grandecitos usan el
‘software’ Arena, donde pueden dibujar y diseñar la estructura del robot
y luego elaborarlo de manera física. El otro grupo, conformado por
adolescentes de 13 años usarán materiales reciclados para crear sus
proyectos finales.
En este grupo la idea es enfocarse en las bases electrónicas y
concienciar la reutilización de objetos como las partes de los juguetes.
Hasta que el grupo de André Merlo decida qué proyectos realizarán,
Martín -el niño de la camiseta amarilla- ya está seguro del suyo. Él
construirá un auto con aire comprimido. ¿Cómo? Con su imaginación y un
poquito de asesoría técnica de su tutora.
Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección: http://www.elcomercio.ec/tecnologia/robotica-electronica-ninos-infantil-Mechatronic-Kids-MindStorms-Lego_0_959304316.html. Si está pensando en hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. ElComercio.com
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Ellos junto a otros 27
niños y adolescentes entre 6 a 16 años participan en el quinto taller
Mechatronic Kids, organizado por la Universidad Internacional del
Ecuador. El encuentro, que incluye clases de golf y equitación, es
una oportunidad para que los pequeños creen robots con materiales
reciclados. El taller está dividido en tres grupos.
Detalles del taller
El encuentro infantil comenzó el 15 de julio y concluirá el 27 de este
mes. Los asistentes presentarán un trabajo final en una ceremonia de
clausura.
El precio del curso vacacional es de USD 280 para los interesados.
Inicia a las 09:00 hasta las 15:00.
Aunque no asista al curso puede adquirir los robot en la institución
educativa.
El primero reúne a niños de 6 hasta de 10 años en un aula de 140 m². En
este grupo se usan robots MindStorms y la plataforma Lego. Al iniciar el
curso, los niños recibieron unos pequeños legos de colores para crear
figuras tipo robots. Así fue como Martín Legarda y sus compañeros
crearon a NXT. ¿Y la programación? Estudiantes de ingeniería mecatrónica
de la institución sirven como guías. Juntos programan los comandos en
un ‘software’ para que el robot de legos pueda ser real. ¿El objetivo?
El ingeniero Ramiro Brito, decano de la Escuela de Ciencias Exactas y
Tecnologías Aplicadas, dice que a través de esta creación se cumple con
un proceso lúdico que les permite saber del mundo robótico.
En la mesa que está junto a Martín Legarda está Emilio Pinos, de cuarto
semestre de Ingeniería, y Juan Sebastián Cevallos, de 9 años. Al igual
que el pequeño que jugó con Arturito antes de que iniciara la clase,
Juan Sebastián construyó su robot y ahora está concentrado en aprender
cómo circula la corriente. ¿Entienden las palabras técnicas? Pinos
explica a los pequeños como le hubiese gustado que lo hicieran sus
padres cuando era pequeño: cuando una persona tiene suficiente comida en
su cuerpo puede moverse. De la misma manera pasa con un motor, cuando
tiene suficiente corriente es funcional. Así de fácil.
Juan Sebastián lo mira y enseguida sujeta un potenciador colocado en un
protoboard y dice: “El ‘proto’ tiene cables que hace que la conexión
pase de un lugar a otro. Esta pieza (refiriéndose al potenciador),
regula la corriente que traspasa por el ‘proto’ hasta mover el motor”.
¿Todo lo que dijo Juan Sebastián es correcto? Sí, lo dijo muy bien,
responde Pinos, quien luego conversa con Juan Sebastián sobre su
proyecto final.
Una mariposa, una hormiga, una grúa… Hay varias propuestas. Mientras los
niños simulan primero en los legos, los más grandecitos usan el
‘software’ Arena, donde pueden dibujar y diseñar la estructura del robot
y luego elaborarlo de manera física. El otro grupo, conformado por
adolescentes de 13 años usarán materiales reciclados para crear sus
proyectos finales.
En este grupo la idea es enfocarse en las bases electrónicas y
concienciar la reutilización de objetos como las partes de los juguetes.
Hasta que el grupo de André Merlo decida qué proyectos realizarán,
Martín -el niño de la camiseta amarilla- ya está seguro del suyo. Él
construirá un auto con aire comprimido. ¿Cómo? Con su imaginación y un
poquito de asesoría técnica de su tutora.
niños y adolescentes entre 6 a 16 años participan en el quinto taller
Mechatronic Kids, organizado por la Universidad Internacional del
Ecuador. El encuentro, que incluye clases de golf y equitación, es
una oportunidad para que los pequeños creen robots con materiales
reciclados. El taller está dividido en tres grupos.
Detalles del taller
El encuentro infantil comenzó el 15 de julio y concluirá el 27 de este
mes. Los asistentes presentarán un trabajo final en una ceremonia de
clausura.
El precio del curso vacacional es de USD 280 para los interesados.
Inicia a las 09:00 hasta las 15:00.
Aunque no asista al curso puede adquirir los robot en la institución
educativa.
El primero reúne a niños de 6 hasta de 10 años en un aula de 140 m². En
este grupo se usan robots MindStorms y la plataforma Lego. Al iniciar el
curso, los niños recibieron unos pequeños legos de colores para crear
figuras tipo robots. Así fue como Martín Legarda y sus compañeros
crearon a NXT. ¿Y la programación? Estudiantes de ingeniería mecatrónica
de la institución sirven como guías. Juntos programan los comandos en
un ‘software’ para que el robot de legos pueda ser real. ¿El objetivo?
El ingeniero Ramiro Brito, decano de la Escuela de Ciencias Exactas y
Tecnologías Aplicadas, dice que a través de esta creación se cumple con
un proceso lúdico que les permite saber del mundo robótico.
En la mesa que está junto a Martín Legarda está Emilio Pinos, de cuarto
semestre de Ingeniería, y Juan Sebastián Cevallos, de 9 años. Al igual
que el pequeño que jugó con Arturito antes de que iniciara la clase,
Juan Sebastián construyó su robot y ahora está concentrado en aprender
cómo circula la corriente. ¿Entienden las palabras técnicas? Pinos
explica a los pequeños como le hubiese gustado que lo hicieran sus
padres cuando era pequeño: cuando una persona tiene suficiente comida en
su cuerpo puede moverse. De la misma manera pasa con un motor, cuando
tiene suficiente corriente es funcional. Así de fácil.
Juan Sebastián lo mira y enseguida sujeta un potenciador colocado en un
protoboard y dice: “El ‘proto’ tiene cables que hace que la conexión
pase de un lugar a otro. Esta pieza (refiriéndose al potenciador),
regula la corriente que traspasa por el ‘proto’ hasta mover el motor”.
¿Todo lo que dijo Juan Sebastián es correcto? Sí, lo dijo muy bien,
responde Pinos, quien luego conversa con Juan Sebastián sobre su
proyecto final.
Una mariposa, una hormiga, una grúa… Hay varias propuestas. Mientras los
niños simulan primero en los legos, los más grandecitos usan el
‘software’ Arena, donde pueden dibujar y diseñar la estructura del robot
y luego elaborarlo de manera física. El otro grupo, conformado por
adolescentes de 13 años usarán materiales reciclados para crear sus
proyectos finales.
En este grupo la idea es enfocarse en las bases electrónicas y
concienciar la reutilización de objetos como las partes de los juguetes.
Hasta que el grupo de André Merlo decida qué proyectos realizarán,
Martín -el niño de la camiseta amarilla- ya está seguro del suyo. Él
construirá un auto con aire comprimido. ¿Cómo? Con su imaginación y un
poquito de asesoría técnica de su tutora.
Ana María Valencia.
Redactora. 00:02 Domingo 21/07/2013
Dicen que la creatividad de los niños es superior a la de los adultos.
Pero observar y sentir cómo Martín Legarda, de 10 años, habla de
electrónica supera las expectativas. Al ingresar en un aula tipo
laboratorio, Martín se arrodilla en el piso y juega con Arturito.
El niño mueve los brazos del robot y hace que gire su cabeza. A simple
vista parece que Arturito mira fijamente la camiseta amarilla de Martín,
quien poco a poco quita su atención del robot para lanzarse al piso y
jugar con NXT, su propia creación.
Sobre el piso de porcelanato, Martín ordena con un golpecito a NXT para
que haga un ‘swin’. ¿Sabe jugar golf? Mmm... ¡Sí!, responde. Como si
fuera un ingeniero mecatrónico, Martín explica cómo construyó el robot
junto a sus compañeros: ¡No solo juega golf! A través de un comando de
voz puede seguir una línea gruesa en el piso a través de una
programación en computadora.
Su amigo Juan Pablo Páez, de 10 años, lo interrumpe: ¡Espera Martín!
Quédate quieto y abre un espacio para que NXT pueda caminar. Los niños
junto a Martín y Juan Pablo hacen silencio y forman un círculo en el
suelo. “Hola”, dice Juan Pablo con una voz firme. Enseguida NXT camina
por el porcelanato durante cinco segundos. ¿Ves que sí puede caminar?,
dice Juan Pablo a Martín Mena, otro niño que según cuentan los pequeños
ayudó a la ‘profe’ a programar el robot en la computadora.
Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección: http://www.elcomercio.ec/tecnologia/robotica-electronica-ninos-infantil-Mechatronic-Kids-MindStorms-Lego_0_959304316.html. Si está pensando en hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. ElComercio.com
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me parece que hacer participar a los niños de esta forma les ayuda a entender de mejor manera el progreso de la tecnología y el avance del ser humano, al igual que ayuda con la mejora de su atemción ya que las actividades que están realizando requieren de una gran concentración lo que hace que aumenten sus capacidades intelectuales
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